Mi felicitación de Navidad

Os deseo lo mejor para estos días que se acercan y para el año que estamos a punto de estrenar. Casi siempre el mayor de los regalos es disfrutar con la compañía de las personas que nos importan,  aquellas con quienes compartimos las alegrías del 2014 y los sueños que en el 2015 esperamos se hagan realidad.


Gracias por acompañarme otro año más en este maravilloso viaje en el que nos quedan aun muchos puertos por visitar, muchos rincones que descubrir. Gracias en especial a todos los que os tomáis la molestia de dejar comentarios y de hacerme saber que lo que comparto con vosotros os resulta interesante. A todos, disfrutad de estas Navidades y dejad que su magia entre en vuestro corazón. Que paséis buenos días, nos vemos en el 2015.

Cordero asado con vinagreta de granadas ǂ un toque griego espectacular

Estamos casi en Navidad y hubiera sido imperdonable por mi parte no compartir con vosotros esta receta que es simplemente espectacular y que causa sensación desde el mismo momento en el que la sacas a la mesa. No, no es sólo el impacto visual. Todavía recuerdo el primer día que la preparé, las caras de asombro de los comensales. Aunque es cierto que al ver las granadas hubo quien se temía lo peor, también lo es que su cara cambió radicalmente al probar el primer bocado. Me encanta cuando después de unos segundos de silencio se empiezan a escuchar los primeros uuuuummmmms, seguidos de "esto está muy rico". Y  no creáis que esta vez era tarea fácil porque todos los comensales habían probado el cordero asado con la vinagreta extraordinaria que prepara mi madre y no era sencillo salir airosa de la inevitable comparación. 
Desde pequeña recuerdo siempre las Navidades con el sabor de esa vinagreta acompañando a los asados. Cuando era niña la veía como si fuera una pócima mágica que transformaba todo lo que tocaba en algo insuperable. Cuánta razón tenía y es que hay mucho de magia en la vinagreta que prepara mi madre, tanta que parece como si el hechizo funcionara sólo con ella. Por más veces que lo he intentado a mi nunca me sale igual aunque siga sus instrucciones al pie de la letra. ¿Será que sólo ella conoce la pócima secreta? En fin, que cuando no puedes superar algo, lo mejor es hacer otra cosa totalmente diferente.

Y eso fue precisamente lo que hice: crear mi propia vinagreta inspirándome en la receta de mamá y en una receta griega del maravilloso libro de María Bernardis del que ya os he hablado en otra ocasión. El resultado, como os decía, fue una auténtica delicia. Vamos, hasta mi madre sucumbió a sus encantos. Creo que esta vez la magia la hice yo (je,je,je) y ahora también podéis hacerla vosotros. ¿Queréis saber cómo? Pues pasad hasta la cocina....