¿Queréis una cena rápida y deliciosa para este fin de semana? Pues anotaros esta receta porque os va a encantar. Ejemplifica a la perfección mi regla de oro favorita: máximo sabor, mínimo esfuerzo. Cuando la descubrí por primera vez en el maravilloso libro Food from Plenty de Diana Henry no podía imaginar que me gustaría tanto. En realidad, me animé a probarla sólo porque la recomendaba una de mis escritoras de cocina favoritas. Los tomates al horno nunca me han entusiasmado, los encuentro muy deslavados. Pero cual fue mi sorpresa al comprobar que en esta tarta se intensifica su sabor y se vuelven más dulces. El resultado es un bocado exquisito, frangante, una superposición de matices insuperables. ¿Os lo imagináis? Mascarpone, parmesano, albahaca, tomates y un toque secreto que luego os desvelaré y que acaba de redondear el plato con un toque muy especial. Un magnífico ejemplo de la cocina Provenzal: refinada y exquisita. La tenéis que probar.
Y como es una receta triunfadora la preparé la noche de la final para celebrar que íbamos a ganar, claro que entonces no imaginaba que sería por goleada (en la porra yo había puesto 2-1). Desde luego estos chicos son el mejor ejemplo de que en España cuando tiramos del carro todos juntos, podemos hacer grandes cosas. No deberíamos olvidarlo. El problema es que hay demasiados intereses en juego. Mucha gente que se preocupa sólo de lo suyo que es mirar a ver cómo pueden pegarse la vida padre a costa de los demás. Estos chicos les han dado a todos una lección y no sólo en lo deportivo. Me maravilló cuando Fernando Torres le regaló a Mata el pase para marcar el último gol, cuando él se quedaba sólo frente al portero y de superarlo se convertía automáticamente en el mayor goleador de la eurocopa. Sólo los campeones con mayúsculas, los que lo son dentro y fuera del campo, son capaces de semejante generosidad. Desde aquí toda mi admiración y mi más sincera enhorabuena.
INGREDIENTES
1 plancha de hojaldre, 1 tarrina de queso mascarpone de 250 grs., 75-100 grs. de queso parmesano rallado, 2 dientes de ajo grandes, 6 tomates de tamaño medio, un puñado de hojas de albahaca frescas (no se pueden sustituir por albahaca seca), sal, pimienta y dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
La única dificultad que tiene esta receta consiste en tener a mano un puñado de albahaca fresca. Siento deciros que no podéis sustituirla por albahaca seca, si lo hacéis arruinaréis el plato. Puestos a utilizar tarritos es mejor poner orégano aunque ya os aviso que el resultado estará rico pero ya no será espectacular. La diferencia es algo así como pasar de conducir un Porsche a tener un Fiat Panda. Sin el aroma de la albahaca fresca el plato está más triste que Marilyn sin su Chanel Nº5. Para los que todavía no lo hayáis hecho, animaros a poner una maceta de albahaca en vuestras vidas. Vuestra cocina de verano lo agradecerá. Yo ya no sabría vivir sin ellas durante estos meses.
Por lo demás, ya os he dicho que es una receta escandalosamente fácil. Primero desenrollamos la plancha de hojaldre. A mi de todos los que he probado hasta ahora el que más me gusta es el de Lidl. A continuación extendemos la tarrina de mascarpone sobre él, como si fuéramos a huntar el queso en un pan de molde. La única precaución es dejar una distancia de 2-3 dedos desde el borde para evitar que el queso se salga durante la cocción en el horno. Sobre el mascarpone espolvoreamos el parmesano repartiéndolo homogéneamente. Picamos unas hojitas del albahaca y las esparcimos sobre el relleno. Y ahora nuestro toque secreto, los dos dientes de ajo. Es importantísimo que estén picados lo más finamente posible. Si tenéis un machacador os quedarán perfectos, si no trocearlos con el cuchillo. La clave está en repartirlos bien sobre los quesos para que a cada bocado nos encontremos un trocito. Como no se van a dorar en el horno pero tampoco se van a quedar crudos, aportan al plato un matiz muy interesante. No llega a tener la suavidad del ajo asado ni la fuerza del crudo, es un término medio que como casi todo en la vida, resulta muy equilibrado. Ahora sólo nos queda extender sobre nuestra plancha de hojaldre las rodajas de tomate que habremos cortado previamente. Es importante que intentemos hacerlas lo más finas posibles, todas del mismo grosor. Si utilizáis la placa de hojaldre de Lidl lo más cómodo es hacer la tarta rectangular (yo esta vez me empeñé en hacerla redonda pero es más engorroso). Haced dos os tres filas de rodajas de tomate que pondremos sobre la capa de quesos de modo que toda la superficie quede cubierta. Las rodajas deberán colocarser montándolas unas sobre otras (como se aprecia en la fotografía). Cuando hayamos terminado, salpimentamos los tomates y los regamos con las dos cucharaditas de aceite. Metemos la bandeja al horno y seguimos las instrucciones del fabricante para hacer el hojaldre. Cuando utilizo el de Lidl precaliento el horno a 220ºC y luego lo dejo durante unos 20 minutos a 200ºC, hasta que está dorado. Pero ojo, no intentéis avalanzaros sobre ella nada más salir del horno. Hay que dejarla reposar unos minutos. La mejor manera de saborear intensamente esta tarta es tomándola cuando está tibia. Entonces ummmm...empieza la magia y ya solo queda disfrutar. Espero que os guste. Buen fin de semana.
Por lo demás, ya os he dicho que es una receta escandalosamente fácil. Primero desenrollamos la plancha de hojaldre. A mi de todos los que he probado hasta ahora el que más me gusta es el de Lidl. A continuación extendemos la tarrina de mascarpone sobre él, como si fuéramos a huntar el queso en un pan de molde. La única precaución es dejar una distancia de 2-3 dedos desde el borde para evitar que el queso se salga durante la cocción en el horno. Sobre el mascarpone espolvoreamos el parmesano repartiéndolo homogéneamente. Picamos unas hojitas del albahaca y las esparcimos sobre el relleno. Y ahora nuestro toque secreto, los dos dientes de ajo. Es importantísimo que estén picados lo más finamente posible. Si tenéis un machacador os quedarán perfectos, si no trocearlos con el cuchillo. La clave está en repartirlos bien sobre los quesos para que a cada bocado nos encontremos un trocito. Como no se van a dorar en el horno pero tampoco se van a quedar crudos, aportan al plato un matiz muy interesante. No llega a tener la suavidad del ajo asado ni la fuerza del crudo, es un término medio que como casi todo en la vida, resulta muy equilibrado. Ahora sólo nos queda extender sobre nuestra plancha de hojaldre las rodajas de tomate que habremos cortado previamente. Es importante que intentemos hacerlas lo más finas posibles, todas del mismo grosor. Si utilizáis la placa de hojaldre de Lidl lo más cómodo es hacer la tarta rectangular (yo esta vez me empeñé en hacerla redonda pero es más engorroso). Haced dos os tres filas de rodajas de tomate que pondremos sobre la capa de quesos de modo que toda la superficie quede cubierta. Las rodajas deberán colocarser montándolas unas sobre otras (como se aprecia en la fotografía). Cuando hayamos terminado, salpimentamos los tomates y los regamos con las dos cucharaditas de aceite. Metemos la bandeja al horno y seguimos las instrucciones del fabricante para hacer el hojaldre. Cuando utilizo el de Lidl precaliento el horno a 220ºC y luego lo dejo durante unos 20 minutos a 200ºC, hasta que está dorado. Pero ojo, no intentéis avalanzaros sobre ella nada más salir del horno. Hay que dejarla reposar unos minutos. La mejor manera de saborear intensamente esta tarta es tomándola cuando está tibia. Entonces ummmm...empieza la magia y ya solo queda disfrutar. Espero que os guste. Buen fin de semana.
ABSOLUTAMENTE DE TODO MI GUSTO QUERIDA SACER!! YA LAHARE EN EN CUANO TENGA MIS ALBAHACAS VERDEANDO EN EL HUERTO, ES QUE HAY NADA COMO EL AROMA A ALBAHACA EN LA COCINA. Y FELICITACIONES POR ESE MERECIDO TRIUNFO EN LA EUROCOPA!! BESITOS
ResponderEliminarHOLA QUERIDA SACER!! DE TODO MI GUSTO ESTA TARTA MARAVILLOSA. YA LA HARE CUANDO VUELVA EL VERANO POR AQUÍ, LA TENDRÉ MUY EN CUENTA, POR QUE SIN DUDA SERA UNA DELICIA. NADA COMO EL AROMA A ALBAHACA EN LA COCINA. FELIZ DE LEERTE, TE DEJO UN BESOTE
ResponderEliminarSacer...
ResponderEliminarMe has dejado babeando con esta tarta espectacular! Madre mía que delicadeza, el relato, las fotos. Me prepararé la masa de hojaldre, pues no son muy comunes por aquí encontrarlas en el super.
Gracias por tu visita a mi blog, por cierto, la salsa la tengo mi lista de prioritarios, porque cuando la fuí a preparar para los amigos de esa noche, solo tenía un puñadico de nueces y no quise mezclar con unos cacauetes :( Pero cae pronto seguro! En cuanto sea, te aviso.
Que bueno Sacer, cuanto tiempo sin ver tus manjares! Besos y buen fin de semana :-)
ResponderEliminarMadre mia segun nos lo cuentas me han dado unas ganas locas de hacerla. Una buena cena para el partidazo. Besos
ResponderEliminarPues esta tarta tiene un aspecto fabuloso, y de buena gana me tomaba una porción de ella. Y digo ésto porque en casa no somos muy fans del tomate, aunque si cae un trozo, va para dentro, no lo desperdiciamos. He aprendido con la vida a no ignorarlo del todo, porque cuando era pequeña y me encontraba trocitos de verduras que no me gustaban en el plato, preparaba un marco improvisado alrededor del plato en un momento, je je.
ResponderEliminarEl detalle del mascarpone me parece muy atractivo. Es un queso fantástico; trabajoso de manejar al principio, pero una vez que te haces con él, es todo tuyo.
Sobre lo que ha hecho, y lleva haciendo, la selección española de fútbol de unos años para acá me parece maravilloso. Están siendo una inyección de alegría para todos en los tiempos, malos tiempos que vivimos. Pero hay una cosa que me indigna, y es que de igual forma que la población se echa a la calle con los niños para celebrar esta victoria que solo nos aporta alegría, deberían haberse implicado en las manifestaciones en las que se protesta sobre los recortes que nos afectan a todos: en sanidad y en educación, recortes que afectan nuestro futuro seriamente. Ninguno de nosotros veremos un céntimo de la prima que esos jugadores van a recibir, y nosotros, sin embargo, nos veremos afectados por los recortes.
No pretendo ser destructiva, pero lo que cuento es una realidad que parece que no queremos ver, aunque reconozco que vuelan mariposas en mi estómago cuando veo esa marea roja vitoreando a la selección.
Un beso, y feliz finde!!
Esto tiene que estar de miedo.
ResponderEliminarUn besino.
Me gusta la cocina Provenzal y mucho, sencilla, con ingredientes sanos y deliciosos.Las hierbas aromáticas frescas mejoran muchísimo los platos, yo hace unos meses que me he animado a cultivarlas y las disfruto muchísimo, aunque no sé cuánto tiempo más van a aguantar los 35 graditos que disfrutamos en Murcia a diario!!!
ResponderEliminarMe ha conquistado todo lo que cuentas de él, pero sobretodo esa maravillosa vista que nos presentas. Por lo tanto no creo que tarde mucho en hacerlo, vamos… en cuanto me haga con la albahaca fresca.
ResponderEliminarFeliz día
A mi me has convencido totalmente, estoy deseando hacerla y probarla.
ResponderEliminarBicos
Es una de las tartas estrella de nuestros veranos desde muchos años, aunque la receta venga de mi abuela jejeje
ResponderEliminarMuy rica y la albahaca es el secreto (aunque con orégano fresco queda muy rica también).
En casa el tomate cocido nos gusta mucho, pero ojo que no todas las maneras de cocerlo le sientan bien :o)
Besos y feliz finde,
Palmira
ay!! me encantan este tipo de recetas! facilísimas y deliciosas! además, con albahaca, le pongo albahaca a casi todo, tienes razón, cada año, a la que empiezo a ver macetas de albahaca en las tiendas me llevo una, y tengo para todo el verano!!
ResponderEliminarOh, qué maravilla! Me encanta la comida provenzal, es deliciosa, sofisticada y con ese toque tan mediterráneo. La tarta tiene que estar de muerte, con esos ingredientes no puede fallar, es imposible. La haré un día de estos y me acordaré de ti ;-)
ResponderEliminarBesos.
Hola Susana, una receta fantástica! y un magnífico blog. Me hablaron de tí en Geneveve Lethu. Yo también publico desde Logroño.... Aunque desde hace mucho menos tiempo que tú. Me quedo por aquí para seguir tu cocina. Bss Beatriz.
ResponderEliminarUna tarta riquísima. la probare me encantan todos los ingredientes y se agradecen las recetas rapiditas y facilitas.
ResponderEliminarBesitos.
Ohhh, QUE MARAVILLA!!!
ResponderEliminarQue suerte que aún me quedan 3 hojitas "vivas" de albahaca fresca. Habrá que probar.
PRECIOSO POST AMIGA, BELLAS FOTOS !!!
Un abrazo de Conxita
Ohhh, QUE MARAVILLA!!!
ResponderEliminarQue suerte que aún me quedan 3 hojitas "vivas" de albahaca fresca. Habrá que probar.
PRECIOSO POST AMIGA, BELLAS FOTOS !!!
Un abrazo de Conxita
Uso muchísimo la albahaca, para casi todo! pero esta tarta me ha matado... tengo que probarla y QUIERO probarla! ;)
ResponderEliminarMe encanta y seguro que la pruebo seguro!!! Yo también soy de las que tienen hierbas aromáticas en casa... es un placer!!! Besos.
ResponderEliminarPues anotado queda, me ha entusiasmado este plato, me encanta este tipo de cocina, y además más fácil imposible. Ya te contaré. Besos.
ResponderEliminarQué bien que tengo 3-4 plantas de albahaca creciendo sin parar, me encanta la receta y tengo los ingredientes! Ya estoy tardando.. Besos
ResponderEliminarEspectacular no lo siguientee ya mismo la guardo en favoritos ahora solo me falta conseguir que se me de la albahaca este año no hay manera de que se me logre igual que el perejil no consigo hacerme con una planta.
ResponderEliminarMe ha encantado el post asi como las fotografias.
Bicos mil desde a Illa de Arousa.
Puedo asegurar que está buenísima, como te dije no me he podido resistir a tan tentadora propuesta.
ResponderEliminarmmm, ¡rica y rápida! además hiper perfumada. me gusta.
ResponderEliminartiene una pinta deliciosa. Que rica. Me llevo tu receta. Besotes.
ResponderEliminarCreo que ésta cae. Y no será la única...
ResponderEliminarVaya un blog bonito y elegante, las recetas son impresionantes. Me queo por aqui de seguidor.
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