Bueno, por fin llegó el día de retomar el blog. Sé que muchos lo esperábais impacientes porque durante estos meses en los que ha permanecido inactivo me habéis escrito un montón de correos pidiéndome que volviera a publicar pronto. Por eso me gustaría agradeceros de nuevo todo el cariño que siempre me hacéis llegar, en especial a aquellos que seguís normalmente el blog desde el anonimato y que os habéis tomado la molestia de escribirme para contarme lo que disfrutáis leyendo mis recetas y también poniéndolas en práctica, lo cual (como diría su majestad) me llena de orgullo y satisfacción (je,je,je). De verdad, un millón de gracias por todos los comentarios maravillosos que me habéis enviado durante todo este tiempo. Ellos son en buena medida los responsables de que la aventura continúe. Hay mucho trabajo detrás de cada entrada y a veces es complicado sacar tiempo para ir publicando con asiduidad pero me decís cosas tan increíbles en vuestros correos que ya solo por eso, merece la pena hacer ese gran esfuerzo.
Por supuesto no podía olvidarme de todos los amigos y de tantos compañeros blogueros a los que tan injustamente tengo abandonados y que a pesar de todo se han seguido pasando por aquí para preguntar por mi de vez en cuando. Aunque no siempre tenga tiempo para visitaros tanto como os merecéis y tal vez precisamente por eso os agradezco todavía más, si cabe, el que siempre estéis ahí. Es una motivación increíble saber que a vosotros que cocináis como los ángeles también os gusta mi cocina. Gracias de corazón.
Bueno, antes de entrar en materia os voy a confesar algo: he estado varios días pensando en qué receta publicaría a la vuelta. Siempre me pasa cuando retomo el blog después de un periodo de inactividad largo. Me siento igual de "nerviosa" que si publicara por vez primera. Sumida en ese mar de dudas estaba cuando la calamarata se cruzó en mi camino y supe de inmediato que tenía que ser ella. Una pasta con forma de anillas de calamar que se cocina en una salsa que lleva ese mismo ingrediente, no me negaréis que no tiene su gracia. Pero el mayor atractivo de este plato, sin duda, es su insuperable sabor. Os sorprenderá. Cierto es que mi calamarata no se parece mucho a la versión italiana que me sirvió de inspiración porque, la verdad, no terminó de convencerme. Pero, como sabéis que adoro el Mediterráneo, pensé que un plato con ese nombre tenía que estar a la altura de la costa amalfitana, uno de los enclaves más paradisiacos del Mare Nostrum. Así que, saqué mi varita mágica y después de darle un toque por aquí y otro por allá: ta-chan, el resultado fue espectacular. Ni siquiera yo podía creer que aquel plato sin gracia se hubiera transformado en un bocado exquisito. ¿Queréis saber cuál es mi secreto?
Estos son los ingredientes que necesitaréis para hacer magia en vuestra cocina: 250 grs. de calamarata (pasta con forma de anillas de calamar) o en su defecto la misma cantidad de macarrones, 350-400 gr. de calamares o anillas de calamar, 350-400 gr. de tomates cherry, medio vaso (de los de vino) de vino blanco, 2 dientes de ajo, 1 cayena, 3 ramitas de perejil fresco, aceite de oliva virgen, 3 cdas. colmadas de mahonesa y 1 ó 2 dientes de ajo más y 3 hebras de azafrán (opcional).
Sé que para la mayoría será difícil encontrar calamarata pero eso no debería echaros para atrás porque el resultado será igualmente espectacular si empleáis unos simples macarrones. La única diferencia es que para conseguir un resultado extraordinario, en este caso tendréis que cortar los trozos de calamar más pequeños. Tiene que haber una correlación entre el tamaño de la pasta y los tropezones del acompañamiento para que el resultado tenga el sabor que queremos. ¿Qué os parece si empezamos ya?
Si vais a utilizar calamarata es mejor empezar cociendo la pasta porque al ser más gruesa se necesitarán unos quince minutos. De todos modos para conseguir un resultado óptimo debéis seguir las indicaciones del fabricante.
Si vamos a emplear macarrones empezaremos directamente preparando la salsa ya que coceremos la pasta al final.
En el caso de que hayamos comprado los calamares enteros lo primero será limpiarlos si no nos los han preparado ya en la pescadería. Para este plato son mejores los calamares medianos. Una vez limpios los cortamos en anillas más o menos del mismo grosor que la calamarata (incluso si vamos a utilizar macarrones). En ese caso a continuación cortaremos las anillas en cuartos. Si por el contrario hemos comprado anillas pasamos al siguiente paso directamente, salvo si vamos a utilizar macarrones en cuyo caso igualmente tendríamos que cortarlas en cuartos.
En una sartén grande añadiremos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Encedemos un fuego medio (5-6 sobre 10). Seguidamente incorporamos la cayena. A mi me gusta romperla con las manos para que se note más el picante pero si os gusta más suave no pongáis todas las semillas pues es ahí donde está el picor. Cuidado después con llevarse las manos los ojos, escuece una barbaridad. A continuación añadimos las tres ramitas de perejil enteras. Las dejaremos para dar sabor hasta el final. Justo antes de servir se pueden retirar porque después de haber cumplido su función se quedan lacias y feas. Si se quiere, se puede espolvorear perejil fresco picado justo en el último momento. Por último añadiremos los dos dientes de ajo picados muy finitos. Los dejaremos en el fuego hasta que empiecen a tomar un ligero tono dorado. En ese momento añadimos los calamares. Rehogamos durante un minuto y a continuación incorporamos el vino blanco. Subimos el fuego durante un par de minutos (al 8) y después a fuego medio (5) dejamos cocer el conjunto cinco minutos más.
Si vamos a utilizar macarrones, ahora es el momento de poner el agua a hervir para cocer la pasta como os indico abajo.
Mientras la pasta se cuece y la salsa se termina vamos a preparar los tomates cherry. Los lavamos bien bajo el grifo y a continuación los partimos por la mitad con un cuchillo bien afilado. Si sois muy vagos podéis partirlos en cuartos y añadirlos sin más a la salsa justo antes de servir pero a mi me gusta quitarles las semillas porque sino la salsa queda demasiado deslavada. Para eso una vez que los tengo partidos en dos se las retiro con la ayuda de una cucharilla sacabocados. De este modo es muy fácil y sobre todo, se hace muy rápido. Después parto cada trozo en dos nuevamente. Cuando los calamares hayan terminado de hacerse junto con el vino, incorporamos los cuartos de tomate despepitados, salpimentamos. Rehogamos durante unos segundos, lo justo para que se templen y retiramos la sartén del fuego.
Ahora es el momento de preparar el toque mágico que transformará a la cenicienta de las calamaratas en una princesa de un cuento de ensueño. Si no os gusta el ajo puede que este plato no esté hecho para vosotros porque ese toque magistral que lo cambiará todo se lo vamos a dar con un falso alioli. Para preparlo cogemos uno o dos dientes de ajo (al gusto) y con una pizca de sal (para que nos ayude a machacarlos mejor) los trituramos en el mortero. Si vais a utilizar hebras de azafrán ahora es el momento de añadirlas. Es sólo para dar un extra de sabor, si os gusta el toque del azafrán. La verdad es que sin ellas está igual de rico así que lo dejo a vuestra elección. Seguidamente incorporamos al mortero la mahonesa comprada (o casera si soléis hacerla vosotros) y mezclamos bien para que se integren todos los ingredientes.
Finalmente escurrimos la pasta y la aliñamos con la salsa de calamares. Servimos en platos individuales acompañando cada uno de ellos con una generosa cucharada de nuestro falso alioli y ya está. Listo para disfrutar en la mesa. Eso sí, preparad unas buenas rebanadas de pan porque vais a rebañar el plato, seguro.
SUGERENCIAS y COMENTARIOS
Aunque la mayoría ya lo sabéis siempre hay alguien que empieza en la cocina y se pregunta ¿Cómo cocer la pasta? Empezamos poniendo abundante agua a hervir. Cuando aparezcan las primeras burbujas añadiremos una cucharada colmada de sal. Es importante no salar el agua desde el principio porque de ese modo el hervor tardará más tiempo en producirse y por lo tanto gastaremos más energía y también más dinero, a lo tonto. Seguidamente incorporamos la pasta y removemos. El único secreto para cocerla bien es que el agua sea abundante para evitar que se pegue. Una vez cocida escurrimos y aliñamos con la salsa. Es importante servir inmediatamente después de haberla cocido, de otro modo se ablandará en exceso y no quedará tan rica.
Si vamos a emplear macarrones empezaremos directamente preparando la salsa ya que coceremos la pasta al final.
En el caso de que hayamos comprado los calamares enteros lo primero será limpiarlos si no nos los han preparado ya en la pescadería. Para este plato son mejores los calamares medianos. Una vez limpios los cortamos en anillas más o menos del mismo grosor que la calamarata (incluso si vamos a utilizar macarrones). En ese caso a continuación cortaremos las anillas en cuartos. Si por el contrario hemos comprado anillas pasamos al siguiente paso directamente, salvo si vamos a utilizar macarrones en cuyo caso igualmente tendríamos que cortarlas en cuartos.
En una sartén grande añadiremos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Encedemos un fuego medio (5-6 sobre 10). Seguidamente incorporamos la cayena. A mi me gusta romperla con las manos para que se note más el picante pero si os gusta más suave no pongáis todas las semillas pues es ahí donde está el picor. Cuidado después con llevarse las manos los ojos, escuece una barbaridad. A continuación añadimos las tres ramitas de perejil enteras. Las dejaremos para dar sabor hasta el final. Justo antes de servir se pueden retirar porque después de haber cumplido su función se quedan lacias y feas. Si se quiere, se puede espolvorear perejil fresco picado justo en el último momento. Por último añadiremos los dos dientes de ajo picados muy finitos. Los dejaremos en el fuego hasta que empiecen a tomar un ligero tono dorado. En ese momento añadimos los calamares. Rehogamos durante un minuto y a continuación incorporamos el vino blanco. Subimos el fuego durante un par de minutos (al 8) y después a fuego medio (5) dejamos cocer el conjunto cinco minutos más.
Si vamos a utilizar macarrones, ahora es el momento de poner el agua a hervir para cocer la pasta como os indico abajo.
Mientras la pasta se cuece y la salsa se termina vamos a preparar los tomates cherry. Los lavamos bien bajo el grifo y a continuación los partimos por la mitad con un cuchillo bien afilado. Si sois muy vagos podéis partirlos en cuartos y añadirlos sin más a la salsa justo antes de servir pero a mi me gusta quitarles las semillas porque sino la salsa queda demasiado deslavada. Para eso una vez que los tengo partidos en dos se las retiro con la ayuda de una cucharilla sacabocados. De este modo es muy fácil y sobre todo, se hace muy rápido. Después parto cada trozo en dos nuevamente. Cuando los calamares hayan terminado de hacerse junto con el vino, incorporamos los cuartos de tomate despepitados, salpimentamos. Rehogamos durante unos segundos, lo justo para que se templen y retiramos la sartén del fuego.
Ahora es el momento de preparar el toque mágico que transformará a la cenicienta de las calamaratas en una princesa de un cuento de ensueño. Si no os gusta el ajo puede que este plato no esté hecho para vosotros porque ese toque magistral que lo cambiará todo se lo vamos a dar con un falso alioli. Para preparlo cogemos uno o dos dientes de ajo (al gusto) y con una pizca de sal (para que nos ayude a machacarlos mejor) los trituramos en el mortero. Si vais a utilizar hebras de azafrán ahora es el momento de añadirlas. Es sólo para dar un extra de sabor, si os gusta el toque del azafrán. La verdad es que sin ellas está igual de rico así que lo dejo a vuestra elección. Seguidamente incorporamos al mortero la mahonesa comprada (o casera si soléis hacerla vosotros) y mezclamos bien para que se integren todos los ingredientes.
Finalmente escurrimos la pasta y la aliñamos con la salsa de calamares. Servimos en platos individuales acompañando cada uno de ellos con una generosa cucharada de nuestro falso alioli y ya está. Listo para disfrutar en la mesa. Eso sí, preparad unas buenas rebanadas de pan porque vais a rebañar el plato, seguro.
SUGERENCIAS y COMENTARIOS
Aunque la mayoría ya lo sabéis siempre hay alguien que empieza en la cocina y se pregunta ¿Cómo cocer la pasta? Empezamos poniendo abundante agua a hervir. Cuando aparezcan las primeras burbujas añadiremos una cucharada colmada de sal. Es importante no salar el agua desde el principio porque de ese modo el hervor tardará más tiempo en producirse y por lo tanto gastaremos más energía y también más dinero, a lo tonto. Seguidamente incorporamos la pasta y removemos. El único secreto para cocerla bien es que el agua sea abundante para evitar que se pegue. Una vez cocida escurrimos y aliñamos con la salsa. Es importante servir inmediatamente después de haberla cocido, de otro modo se ablandará en exceso y no quedará tan rica.
Susana, tendrías tus dudas con la receta de tu vuelta, pero de verdad que el plato tiene una pinta y un color que solo verlo entra por la vista. Como se puede resistir una a un plato de pasta así de sano?
ResponderEliminarBienvenida y un beso.
Da gusto volver otra vez a la blogosfera. Me alegro de que te gustara la calamarata. La verdad es que es de esos platos que están tan ricos como aparentan. No he podido resistirme a incluir los colores de la costa de Amalfi en las fotografías. Cuando la hice quería transportarme allí. Espero haberlo conseguido.
EliminarQué alegría leerte y "verte" de nuevo. Me falta mi blog de referencia para exquisitos y sencillos platos salados... Bienvenida. Besotes
ResponderEliminarAy Carmen,
EliminarSi ya digo yo que entre todos me sacáis los colores. Da gusto sentirse en casa otra vez.
Hola Susana, es un placer volver a verte. Sin duda volviste por la puerta grande con una receta deliciosa y con un colorido que ya quisiera la primavera. Espero que no tardes en la siguiente entrada.
ResponderEliminarMuchos besos
Hola Pilar,
EliminarYo también me alegro de volver a veros a todos. Sobre las fotos, la verdad me apeteceía reflejar los colores de Amalfi: el azul y verde del mar, los tomates.... Me alegro de haberlo conseguido sobre todo porque la receta está increíble y aunque me enrollo mucho al explicarla, es rápida y fácil.
Gracias por estar ahí.
Un besito
Bienvenida Susana, me alegro de que haya vuelto ya....para mi este ha sido un laaaargo verano, casi 3 meses medio desconectada, y todavía estoy volviendo a la realidad....jeje
ResponderEliminarUna vuelta triunfal con un plato original y una presentación fantástica...como siempre...
Un besazo
Hola María,
EliminarYo también me alegro de estar de vuelta aunque después de tanto tiempo al principio cuesta acostumbrarse, ¿a que si? Aunque debo decir que me apetecía publicar la calamarata, en casa nos ha encantado a todos.
Un besito
Qué pintaza! Me encantan las fotos, son realmente inspiradoras :)
ResponderEliminarMe alego de que te gusten. En realidad quería reflejar los colores de la costa amalfitana que es preciosa, su intensidad, su luz... La verdad es que viéndolas da ganas de hincarle el diente, ¿no?
EliminarBienvenida, has acertado con el plato para empezar temporada, a mi me encanta la pasta, asi que no dudes que probaré tu propuesta.
ResponderEliminarBss
Afri
Ay Afri, como me alegro. Espero que te guste por lo menos tanto como a mi. En casa la he repetido ya varias veces y ha sido un éxito. Si te animas ya me contarás.
EliminarUn besito
Pues nada a buscar la calamarata, tiene una pinta deliciosa. Espero que la vuelta sea para mucho tiempo. Besos
ResponderEliminarHola Maru,
EliminarNo te preocupes, amenazo con quedarme (je,je,je). La calamarata no sé si la vas a encontrar pero de verdad que con los macarrones está igual de rica aunque no quede tan bonita.
Un besito
Su, sabes bien que para mi es más que un gusto volver a leerte, que disfruto con cada momento que nos regalas, con el color y la vitalidad tan tuya...y esta receta es imperdible, una delicia completa y refrescante!!
ResponderEliminarUn beso lleno de buena vibra y mucho cariño!!
Ay Mayte,
EliminarYa sabes que el sentimiento es recíproco. Si cuando yo digo que sois como ángeles es que es verdad. Me alegro de que hayas disfrutado con la receta y con las fotografías y un millón de gracias por todo el cariño que me llega.
Besos
QUe manera de volver, por la puerta grande, que receta mas rica y colorista, dan ganas de comerla solo con verla...
ResponderEliminarUy,
EliminarSi te me habías escapado. Gracias Lourdes por venir a saludarme. Es genial volver a veros a todas.
Un besito
Qué bien que estés de vuelta en el blog, la verdad es que el tiempo siempre se nos queda corto para todo lo que queremos hacer.
ResponderEliminarHe oído hablar de este plato, pero no lo he probado nunca, tal como lo has hecho debe estar muy rico. Las fotos son una maravilla.
Besos.
Ay Ana, se me había pasado tu comentario. Habrá sido la emoción de volver a publicar otra vez. No sabes cómo me alegro de volver a veros a todos.
EliminarUn besito
Bienvenida de vuelta Susana!!! Ya era hora, jejejee y con una entrada de 10!
ResponderEliminarYo seguro que con macarrones, aunque no dejaré de intentar encontrar esa pasta de nombre tan especial: calamarata! Casi que se me enrreda en la lengua y no la puedo pronunciar!
Las fotos, como siempre, preciosos!
Un beso y bienvenida, compañera!!
Cocco,
EliminarLa verdad es que con macarrones está igual de rico pero hay que reconocer que el plato es mucho más vistoso con calamarata. La pena es que supongo que fuera de Italia es difícil de encontrar pero por si te animas algún día en facebook he dejado un truquillo que da el pego. No sé si es muy útil pero por si acaso ahí está. Si te animas ya me dirás.
Un besito :)
¡Hola Susana!, bienvenida de nuevo....Fantástica receta
ResponderEliminarUn besazo
Marialuisa
Maria Luisa,
EliminarQue gusto veros de nuevo a todas por aquí
Hola Susana!!! Nos sabes cuánto me alegra verte de vuelta, con lo que disfruto leyendo tus entradas y deleitándome con tus recetas. Soy de esas personas que dio un brinco de alegría cuando te vi publicar allá por el verano, y ahora no ha sido menos, aunque me da cierta penita porque justo a partir de ahora yo comenzaré a ralentizar mis publicaciones en el blog, y es que ... toca estudiar, snif snif.
ResponderEliminarEsta pasta que nos presentas es totalmente nueva para mi. Es que ni su nombre me suena, que puede pasar en alguna ocasión; pero no es el caso. Así que me encanta marcharme sabiendo de la existencia de este tipo de pasta y sobre todo: que estás de vuelta.
Un beso!!!
Bueno Yolanda, ahora seré yo la que tenga que esperar más tiempo para deleitarme con tus recetas. Parece que esto va por barrios, ¿no? Lo importante es que la aventura continúe en la medida de nuestras posibilidades. Además así luego se toma con más ganas.
EliminarUn besito
... pero por ahora podrás seguir viéndome por aquí, así que podrás deleitarte con mis recetas si eso es lo que gustas :)
EliminarBesos y feliz finde.
Menuda vuelta! La calamarata, no he tenido la suerte de probarla pero tu versión me pica la curiosidad...
ResponderEliminarMe alegro mucho de tu vuelta, que guayyyy! :)))
Un besito y buen finde anticipado!
Ay Aurélie,
EliminarYo también me alegro de estar de vuelta. La verdad es que yo me enamoré de la pasta nada más verla aunque como os decía en la entrada cuando probé la receta original no me gustó demasiado pero con los tomates sin semillas y añadidos en el último momento y con el toque final del falso alioli está de muerte súbita y aunque yo me enrollo como las persinas explicándolo es mucho más rápido y fácil de lo que parece. Si tienes una cuchara sacabocados los tomates se hacen rápidamente. Si la pruebas ya me dirás. Espero que te guste tanto como a mi.
Un besito
Hola, que alegria volver a verte en la blogosfera, la receta me ha encantado, bienvenida y bssss.Sefa
ResponderEliminarHola Sefa,
EliminarYo también estoy contenta de volver a veros a todas. La verdad es que es un placer para mi estar siempre tan bien acompañada.
Un besito
Susana has vuelto y a lo grande con esta deliciosa receta!! En casa la he preparado algunas veces y me gusta la cara de sorpresa de la gente cuando se da cuenta de que no es sólo pasta jejeje
ResponderEliminarMe alegra saberte con ganas de retomar el blog, es mucho trabajo y cada momento que tenemos es importante que lo dediquemos a lo que nos parece más importante en un momento dado :o)
Un beso grande y bienvenida de vuelta!!
Feliz fin de semana,
palmira
Palmia,
EliminarNo sabes cómo me alegro de verte por aquí. A mi también me encanta ver la cara de sorpresa de los comensales cuando descubren que junto a la pasta hay otro ingrediente camuflado (je,je,je). La verdad es que con macarrones está igual de rica pero visualmente no es lo mismo y ya se sabe que comemos con la vista. Me alegro de estar de vuelta.
Un besito
¡Qué alegría verte de nuevo publicando!, no sabes el gusto que me da pasar por tu blog y ver tus recetas, tus fotos y disfrutar con tus entradas. Yo estoy también un poco apartada del blog... espero volver pronto;). Un plato delicioso, sencillo y fresco, ¡perfecto!. Un besazo inmenso.
ResponderEliminarIratxe,
EliminarYo sí que me alegro de veros a todos aquí de nuevo. La verdad es que cuesta un poco retomar el blog después de un largo periodo de inactividad, sobre todo si además se tiene poco tiempo pero la verdad es que da gusto compartir esta experiencia con vosotros. De verdad, sois increíbles.
Un besito guapa
Que rico....!! me encanta y con tu permiso me apunto la receta
ResponderEliminarBesos
Mayte,
EliminarPermiso concedido. Me encanta que te guste la receta. Si la pruebas ya me dirás. Un besito
Ayyyyy, qué alegría más grande !!!!! pero si estás de vuelta !!!!!! una sorpresa inesperada y la mejor del día !!!!
ResponderEliminarY no he venido a verte antes, porque no te ví, que una también anda falta de tiempo.
Oye, mi querida Susana, éste plato no sólo se ve divino, sino que tiene que estar para aflojarse el último botón cuando terminas de comerlo jaja
Me has descubierto una nueva pasta, no la había visto nunca, y gracias a tu acompañamiento, ha quedado un plato de gourmet.
Sabes que me encanta pasar por tu blog, ver tus maravillosa fotografías, con esos colores y los detalles tan bien cuidados, la luz que tienen....en fin que no sabes lo que me has alegrado el día, sabiendo que te tenemos de nuevo en órbita.
Besotes bien gordos, mi niña, que tengas una buena semana.
Ay Nuria,
EliminarYo también os echaba de menos. Ya lo sabes, ¿verdad? Cómo no voy a estar deseando que vengáis a verme con esas cosas tan bonitas que me decís. Ay madre que me sacáis los colores.
Un besito
Me alegro mucho de volver a leerte de nuevo, ¡se te echaba de menos!.
ResponderEliminarEn cuanto a la calamarata, ya la tengo apuntada en marcadores, porque la receta me ha encantado. Una auténtica delicia, una explosión de sabores.
Un beso grande.
El otro día me leí tu post de arriba a abajo, pero chica, desde la tablet se escribe muy mal y ahora es cuando vuelvo y te escribo diciendote lo mucho que me alegra tu vuelta. Como siempre a lo grande, con una super receta y unas fotos que abren el apetito ;)
ResponderEliminarBesos. Paula
Deliciosa! Me alegra el regreso.
ResponderEliminarBesos