Hace muy poquito la red se llenaba de sugerentes ideas para celebrar el día de los enamorados y a mi hoy me apetecía dedicaros este post a todos los que encontráis un buen motivo para amar los 364 días restantes. Por eso hoy quiero felicitaros a los que amáis la vida, a los que amáis a la gente que os rodea. A los que dais amor a cambio de una sonrisa. A los que amáis los pequeños milagros que suceden a nuestro alrededor constantemente. A los amáis los sueños que se hacen realidad. A los que amáis una buena comida, una buena tertulia, un buen libro, una buena fotografía. A los que hacéis con amor vuestro trabajo. A los que con amor atendéis a los demás. También a los que amáis las imperfecciones. A los que siempre encuentran una buena excusa para amar a alguien. A los que ponen su amor en todo lo que hacen. A los que a pesar de todo siguen amando. A los que a pesar de todo volverán a amar. A todos los que han conocido o conocen el amor verdadero, a todos vosotros felicidades porque 364 veces al año es nuestro día.
La receta que hoy comparto con vosotros es muy sencilla y si sois incondicionales de la rúcola seguro que os va a encantar. A mi me chifla ese toque como a mostaza que tiene. Es curioso porque no se parece a ninguna otra hoja verde para ensalada. Tiene personalidad y eso me gusta. Su sabor me recuerda más bien al de la carne, deliciosa. Por eso cuando vi la receta en el libro La cuchara de Plata: Pasta de la editorial Phaidon, me pudo la curiosidad. ¿Rúcola en un plato de pasta caliente? ¿Como si fuera una verdura? He hecho alguna modificación y el resultado me encantó. No sé si soy muy objetiva porque ya os digo que la rúcola me vuelve loca. Si sois de los míos aquí tenéis un plato sencillo y delicioso que se prepara en 10 minutos. Perfecto para esos días en los que no os apetece cocinar pero tampoco queréis renunciar a comer en condiciones.
INGREDIENTES para 4-6 personas:
500 grs. de espirales, 3 cucharadas de aceite de oliva, 3 dientes de ajo, una cucharada de azúcar (colmada), 175 grs. de rúcola, 2 latas de tomate triturado EXTRA de 850 grs., 80 grs. de queso grana padano, sal y pimienta.
Antes de seguir sólo quería haceros un comentario. El único secreto de esta receta es elaborar una deliciosa salsa de tomate casera. Es uno de los ingredientes básicos en la cocina y me temo que su sabor dista mucho del de las latas de tomate frito que encontramos en el súper. Yo ahora que he acostumbrado a utilizarla para casi todo ya no me apaño sin ella, en sus distintas variantes. El caso es que hasta hace relativamente poco yo siempre empleaba tomate triturado de lata cuando quería prepararla pero en los últimos tiempos, por mucho que la dejara reducir, me quedaba demasiado líquida, como si las latas de triturado de tomate tuvieran más caldillo que el habitual. Un día haciendo la compra como no tenían la marca que yo suelo utilizar me llevé a casa otra y cual fue mi sorpresa al abrir el bote y comprobar que era mucho más espesa que las que yo había gastado hasta el momento. Entonces caí en la cuenta de una palabrita que aparecía en la etiqueta "extra". Acabáramos, ahí está la madre del cordero. Así que cuando vayáis a hacer salsa de tomate, aseguraros de emplear tomate triturado EXTRA si no queréis que vuestra deliciosa salsa casera parezca más bien una sopa. Y si para algún plato necesitáis una salsa de tomate densa, colad el contenido de la lata antes de freírlo. La única precaución es aseguraros de que el colador tenga los agujeritos pequeños.
La elaboración de la receta no puede ser más fácil. Primero hacemos la salsa de tomate. Si la queréis más espesa (como yo) acordaros de escurrir primero el contenido de la lata para quedaros sólo con la pulpa. El tomate ya de por sí tiene mucho líquido. Seguidamente ponemos 2 cucharadas de aceite en una cazulea. La receta del libro le añade cebolla pero yo he preferido ponerle sólo ajo.Cuando coja temperatura añadimos los 3 dientes bien picados y los rehogamos durante 30 segundos a fuego medio-alto. Antes de que empiecen a coger color añadimos el tomate triturado, algo de sal, la cucharada de azúcar y 10 vueltas de pimienta negra. Removemos bien y dejamos a fuego suave durante 25 minutos. Bueno, ya hemos hecho lo más difícil. Ahora sólo nos queda cocer la pasta, en abundante agua con sal, el tiempo que indique el fabricante. Cuando esté lista la escurrimos y sin refrescar mezclamos con la salsa de tomate. Servimos en los platos y repartimos la rúcola por encima. Si queréis podéis añadirle también queso parmesano o grana padano aunque con así tal cual está riquísimo. Lo importante es que seáis generosos a la hora de poner la rúcola. En la receta original la rehoga junto con la salsa de tomate durante unos minutos para que se ablande, como se hace por ejemplo con las espinacas. A mi personalmente me gusta colocarla con la salsa de tomate en el último momento, justo antes de servir, porque queda con mucha más textura y para mi gusto más sabrosa. Prefiero notar al morder no sólo el sabor sino también el crujiente de los tallos. Si sois perezosos podéis utilizar tomate comprado, a ser posible estilo casero aunque el resultado no será igual pero a veces hay quién prefiere sacrificar algo de sabor en aras a la comodiad. La elección es vuestra. Ya me contaréis si os animáis a probarla, espero que os guste.
La receta que hoy comparto con vosotros es muy sencilla y si sois incondicionales de la rúcola seguro que os va a encantar. A mi me chifla ese toque como a mostaza que tiene. Es curioso porque no se parece a ninguna otra hoja verde para ensalada. Tiene personalidad y eso me gusta. Su sabor me recuerda más bien al de la carne, deliciosa. Por eso cuando vi la receta en el libro La cuchara de Plata: Pasta de la editorial Phaidon, me pudo la curiosidad. ¿Rúcola en un plato de pasta caliente? ¿Como si fuera una verdura? He hecho alguna modificación y el resultado me encantó. No sé si soy muy objetiva porque ya os digo que la rúcola me vuelve loca. Si sois de los míos aquí tenéis un plato sencillo y delicioso que se prepara en 10 minutos. Perfecto para esos días en los que no os apetece cocinar pero tampoco queréis renunciar a comer en condiciones.
INGREDIENTES para 4-6 personas:
500 grs. de espirales, 3 cucharadas de aceite de oliva, 3 dientes de ajo, una cucharada de azúcar (colmada), 175 grs. de rúcola, 2 latas de tomate triturado EXTRA de 850 grs., 80 grs. de queso grana padano, sal y pimienta.
Antes de seguir sólo quería haceros un comentario. El único secreto de esta receta es elaborar una deliciosa salsa de tomate casera. Es uno de los ingredientes básicos en la cocina y me temo que su sabor dista mucho del de las latas de tomate frito que encontramos en el súper. Yo ahora que he acostumbrado a utilizarla para casi todo ya no me apaño sin ella, en sus distintas variantes. El caso es que hasta hace relativamente poco yo siempre empleaba tomate triturado de lata cuando quería prepararla pero en los últimos tiempos, por mucho que la dejara reducir, me quedaba demasiado líquida, como si las latas de triturado de tomate tuvieran más caldillo que el habitual. Un día haciendo la compra como no tenían la marca que yo suelo utilizar me llevé a casa otra y cual fue mi sorpresa al abrir el bote y comprobar que era mucho más espesa que las que yo había gastado hasta el momento. Entonces caí en la cuenta de una palabrita que aparecía en la etiqueta "extra". Acabáramos, ahí está la madre del cordero. Así que cuando vayáis a hacer salsa de tomate, aseguraros de emplear tomate triturado EXTRA si no queréis que vuestra deliciosa salsa casera parezca más bien una sopa. Y si para algún plato necesitáis una salsa de tomate densa, colad el contenido de la lata antes de freírlo. La única precaución es aseguraros de que el colador tenga los agujeritos pequeños.
La elaboración de la receta no puede ser más fácil. Primero hacemos la salsa de tomate. Si la queréis más espesa (como yo) acordaros de escurrir primero el contenido de la lata para quedaros sólo con la pulpa. El tomate ya de por sí tiene mucho líquido. Seguidamente ponemos 2 cucharadas de aceite en una cazulea. La receta del libro le añade cebolla pero yo he preferido ponerle sólo ajo.Cuando coja temperatura añadimos los 3 dientes bien picados y los rehogamos durante 30 segundos a fuego medio-alto. Antes de que empiecen a coger color añadimos el tomate triturado, algo de sal, la cucharada de azúcar y 10 vueltas de pimienta negra. Removemos bien y dejamos a fuego suave durante 25 minutos. Bueno, ya hemos hecho lo más difícil. Ahora sólo nos queda cocer la pasta, en abundante agua con sal, el tiempo que indique el fabricante. Cuando esté lista la escurrimos y sin refrescar mezclamos con la salsa de tomate. Servimos en los platos y repartimos la rúcola por encima. Si queréis podéis añadirle también queso parmesano o grana padano aunque con así tal cual está riquísimo. Lo importante es que seáis generosos a la hora de poner la rúcola. En la receta original la rehoga junto con la salsa de tomate durante unos minutos para que se ablande, como se hace por ejemplo con las espinacas. A mi personalmente me gusta colocarla con la salsa de tomate en el último momento, justo antes de servir, porque queda con mucha más textura y para mi gusto más sabrosa. Prefiero notar al morder no sólo el sabor sino también el crujiente de los tallos. Si sois perezosos podéis utilizar tomate comprado, a ser posible estilo casero aunque el resultado no será igual pero a veces hay quién prefiere sacrificar algo de sabor en aras a la comodiad. La elección es vuestra. Ya me contaréis si os animáis a probarla, espero que os guste.
dios,que buena pinta esta pasta, me chifla, tengo que hacerla!!!que tal todo?hace tiempo que no te visitaba!tengo mucho trabajo y eso y tengo los blogs abandonados!!
ResponderEliminarMuy buena pinta tiene todo esto, ahora hay que animarse y prepararla, un saludo grande y gracias por compartir.
ResponderEliminarQue pinta.....esta pasta tiene todo lo que me gusta!!.......Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarComparto todo lo que dices en esta entrada..hay que amar siempre y a todas las cosa de la vida!!
ResponderEliminarLa pasta me parece una maravilla y las fotos me han encantado.
Un besote
¡Gracias por estas felicidades! Y qué mejor manera de decirles que les queremos a todos que preparándoles este rico plato ???
ResponderEliminarEl libro es fantástico y esta receta no me había fijado en ella pero ahora me la llevo.
Besos,
Palmira
Que buenooo, me encanta este queso solo y acompañado de pasta debe de ser la caña de España!!!
ResponderEliminarUn beso
q genial receta y q de palabras bonitas has expresado en él.
ResponderEliminarq viva el amor a diario. muchos besos y gracias por tus palabras. Muuuua
Viva el amor todo el año, enhorabuena por este plato tan suculento y nutritivo.
ResponderEliminarBesitos
Te ha quedado espectacular, que rico tiene que estar!!. Las fotos de auténtico lujo, son preciosas.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué buena pinta!, la verdad es que es de lo más apetecible. Pero sin duda lo mejor de esta entrada son tus palabras del comienzo....¡pero que bien escribes!, me ha encantado.
ResponderEliminarAprovecho para dejarte el correo que me acabo de acordar....
maralonfe@gmail.com
Un besazo
Me has recordado a los anuncios de Coca-cola, pero en más bonito y más sincero... Yo soy de esas a las que has dedicado tu entrada...
ResponderEliminarY como tú, fan incondicional de la rúcula desde que la comí en París hace unos años, en una estupenda pizza de jamón serrano y rúcula, que ahora tomo a menudo..., como bien dices es una hoja con mucha personalidad..., por eso me gusta, ja, ja
Sabes que soy una "larpeira", pero me encanta venir a comer "salado" a tú cocina, que cocinas como a mí me gusta...
Besazos reina!
Buen plato de pasta, sí señora. Besos
ResponderEliminarbienvenida!! ya ví tu post anterior, no creas que no, pero siempre voy con prisa (como ahora mismo), y pienso:luego con tranquilidad, le "digo algo", pero luego surge otra cosa, y otra, y me voy liando...
ResponderEliminaryo también soy incondicional de la rúcula, por lo que esta recetaza queda fichada.
Me ha encantado la primera parte, los 364 días, está genial.
y por último decirte que ¡vaya fotos! tanto estas como las del post anterior!!!
besos Susana
Esta receta la he probado, también tengo el libro. Yo soy de las que prefiere la rúcula mezclada, la verdad es que me sorprendió gratamente la rúcula en caliente. Pero también mi chifla en frío, como lo has hecho tú, ,la verdad es que son platos totalmente distinto, pero hecho con amor saben más ricos. Y si soy de las que celebro el día de los enamorados 365 días al año, así que me llevo mi trocito de pasta. Besos
ResponderEliminarPD Te debo un mail, espero hacerlo este fin de semana
¡Hola Sacerdotisa!
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar mi blog y quedarte en mi cocina, me has dado la oportunidad de conocer la tuya ¡y me encanta!, este plato es sencillo y a la vez tiene que estar estupendo, lo que dices del tomate extra lo mirare siempre que lo compre, no lo sabia.
Tu vinagreta anterior me ha cautivado, sin probarla se que me va a encantar, si que he hecho vinagretas poniendo philadelfia , pero nunca con mandarina ¡la probare seguro!, en cuanto a lo que has puesto de mi ensalada, solo te digo que la pruebes porque el contraste es muy muy rico.
Un besito y encantada
Un plato que no necesita ingredientes complicados.
ResponderEliminarLa rúcula me gusta, pero no es de mis ingredientes favoritos, igual es como la tónica, la he probado poco.
Besos.
A mi me fascina amar y vibrar todo el tiempo no festejo día señalados, fuera de los cumples...así que me tomo mi pasta, con todo lo que me gusta...y te dejo un gran abrazo Preciosa!!!!
ResponderEliminarMuy facil y tiene que estar buenisima, me encanta la pasta y todas sus opciones.
ResponderEliminarGracias por los consejos sobre el tomate, me fijare en el EXTRA.
Besos
Beatriz
Un plato que tiene que estar exquisito,pues a mí la pasta me encanta.
ResponderEliminarBiquiños "la ratita en la cocina"
Un buen plato de pasta y muy bien presentado!!!Bss
ResponderEliminarYo también soy de las que celebro el amor... ¡los 364 días restantes del año, jejeje!. Así que felicidades para ti y para todos.
ResponderEliminarEste plato de pasta me ha encantado, y la verdad es que nunca he probado la rúcula "en caliente", así que lo haré.
Un besote grande, guapa.
Qué bonita entrada llena de amor!!! La pasta irresistible!!! Besitos.
ResponderEliminarRiquisimo. No solo el plato de pasta me encanta, las fotografias te han quedado preciosas, una composición perfecta.
ResponderEliminarUn estupendo plato ideal para una tarde tranquila,,, y como bien dice para amar no solo es un dia si no todos los dias del año,,, por cierto que bueno es tenerte de nueva cuenta,, soy una seguidora tuya y me encantan tus recetas,, un saludo
ResponderEliminarReconozco que he empezado a incorprar la rúcula en mis platos desde hace poco y nos gusta mucho.Anotada queda la receta.Nunca se me hubiese ocurrido.
ResponderEliminarBuen fin de semana,
María José.
Cuando te copie la receta, porque esto no me lo pierdo, dejaré la rúcula como tú, sin rehogar, porque me gusta mucho su sabor. Me gusta la idea de revolverla justo en el momento de ir a comer este rico plato.
ResponderEliminarLas fotos con las cartas de la baraja son chulísimas.
Besos.
Qué receta tan ligera y rica, ¡la rúcula me encanta y nunca falta por la nevera! A ver si lo pruebo, ¡un beso!
ResponderEliminarSusana, ven y cocíname algo de eso. ¡Qué pereza por Dios! Ya no hago ni un huevo frito.
ResponderEliminarUn post precioso, Susana... Muy bonito y la receta le va genial. Viva esa pasta fresca y sana!
ResponderEliminarUn besote
Yo también creo que hay que celebrar el amor todo el año, aunque tampoco veo mal que haya un día señalado en el calendario para eso... a pesar de que no es algo que celebre. Me encanta esta pasta, pues soy fan de ella, de la ruccola, del parmesano... en fin, una opción sana y deliciosa, Susana!!!!
ResponderEliminarUn besote, guapa!
Mmmmmmmmm que pinta más rica.
ResponderEliminarJuraría que te había dejado un comentario en esta entrada... y ahora, repasando, no lo veo. ¡Misterios de Internet! (o el señor alemán que me persigue...).
ResponderEliminarPienso lo mismo que tú... y celebro el amor los 365 días del año (pero, como en casa le tenemos cierta manía a San Valentín, ese día pasamos del tema, jajaja).
La receta me encanta, adoro la rúcula, y me gusta más en crudo, da más sabor y está más "tiesecita".
Un beso muy grande.
MI SACER QUERIDA, NO SABES LA ALEGRÍA QUE ME DIO TU COMENTARIO, FELIZ DE VERNOS NUEVAMENTE Y SÍ, POR AQUÍ YO NO SOY MUCHO DE LAS CELEBRACIONES LIMITADAS A UNO SÓLO DÍA, ME ADHIERO A TU POSTULADO DE AMAR CADA DÍA INTENSAMENTE, LA VIDA DE OTRO MODO ES MUY INHÓSPITA. Y FÍJATE QUE TAMBIÉN SOY DEL CLUB DE LOS FANS DE LA RÓCOLA, LÁSTIMA YA COSECHÉ LAS DE MI HUERTA, PERO IGUAL VOY A CONSEGUIR ALGUNA EN EL MERCADO PARA HACER ESTE PLATITO QUE ME PARECE DE LO MEJOR, TODO NATURAL, ME ENCANTA, BESOTES MI GUAPA, NO NOS PERDAMOS DE VISTA
ResponderEliminarUn aplauso para tus palabras, geniales y desde luego dichas con corazon, genial estoy de acuerdo en lo que dices......me encanta la manera de celebrarlo con esas espirales con rúcula, a mi me encanta yo se lo pongo a todo, su sabor tan particular hace de platos normales.....platos nuevos......un besito
ResponderEliminarReconozco que la rúcula no es las cosas que me gustan, pero tu plato seguro esta muy rico, bssssss.Sefa
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo los 365 días del año son los dias de amor y decirte que estos espirales son de vivio,me encantan.
ResponderEliminarUn besote enorme preciosa y feliz semana.