Uf, con estos calores sólo apetecen cosas bien fresquitas así que inspirándome en el famoso Tabbouleh libanés (una refrescante ensalada a base de perejil, bulgur y tomate) preparé mi propia ensalada con bulgur y la verdad es que estaba muy rica. A lo mejor algunos os estáis preguntando qué es ese ingrediente del que seguro ya habéis oído hablar. Pues bien, el bulgur es uno de los imprescindible en la cocina de Oriente Medio. Con él se pueden elaborar deliciosos guisos, ensaladas, incluso postres. La palabra "bulgur" es sinónimo de "trigo partido", pues se elabora a partir de dicho cereal. El bulgur es en realidad trigo precocido sometido después a un procedimiento de secado antes de ser finalmente troceado. Según sea el color del grano (rubio o rojo) así como el tamaño de los trocitos resultantes (más o menos grandes), el tipo de bulgur varía. Los más grandes se emplean en preparaciones en las que se puede sustituir fácilmente por arroz y los de grano más fino se prefieren para la elaboración de ensaladas o en repostería. Si lo buscáis en las estanterías de las grandes superficies seguramente no lo encontraréis. Es más fácil dar con él en los herbolarios y tiendas de productos ecológicos. Pero si os apetece disfrutar de esta ensalada y no tenéis bulgur a mano la podéis hacer igualmente sustituyéndolo por cous-cous o por arroz.
INGREDIENTES
75 grs. de bulgur, 400 grs. de tomates frescos, 1 bote de garbanzos ya cocidos, 50 grs. de perejil fresco, 50 de rúcola, 75 grs. de aceitunas negras deshuesadas, 1/2 taza de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada de piñones, 1 cucharada de parmesano o grana padano, 12 hojas de albahaca frescas y 10 gotas de limón
Yo las aceitunas negras cuando las necesito deshuesadas las compro en Lidl. Me gusta cómo saben los botecitos que venden allí y además así nos ahorramos bastante trabajo. Pero si tenemos aceitunas con hueso tendremos que deshuesarlas una a una. Hay un aparatito que nos hace la vida más fácil y que sirve también para deshuesar cerezas pero sino podemos simplemente con el cuchillo ir quitando y picando la carne de las aceitunas.
Para empezar con nuestra ensalada tenemos que preparar el bulgur siguiendo las instrucciones del fabricante. El que yo utilicé tuve que cocerlo durante 15 minutos añadiendo el triple de agua que de bulgur. En estos casos suelo medir las cantidades en cazos así poniendo dos cazos de bulgur sé que tengo que añadir seis cazos de agua y me resulta más sencillo. Otros fabricantes indican simplemente que hay que tenerlo a remojo así que lo mejor es que sigáis las instrucciones que se indican en el embase. Si lo cocéis, como hice yo, aseguraros de refrescarlo bajo el grifo de agua fría una vez terminado para detener la cocción. Mientras se hace vamos picando los demás ingredientes. Los tomates los partimos en cuartos para sacarles las pepitas y retirar tanto jugo como nos sea posible. Yo no los pelé y quedaron muy ricos pero si preferís podéis hacerlo. Seguidamente partimos el tomate en pequeños dados y reservamos. A continuación cortamos las aceitunas en rodajas y reservamos igualmente. Picamos el perejil y la rúcola tan fino como nos sea posible y mezclamos todos los ingredientes en un cuenco junto con el bulgur. Ahora vamos a hacer nuestro aceite con sabor a pesto. Sólo tenemos que poner en el robot de cocina todos los ingredientes (aceite, piñones, parmesano, albahaca y gotas de limón) y triturar hasta que nos quede una salsa fina. Con esta salsita vamos a aderezar nuestra ensalada.
Si la ensalada la preparamos con antelación (p.ej. a primera hora de la mañana) es mejor añadir las hojas verdes en el último momento para que no se queden demasiado mustias. Y si fuéramos a preparar la ensaladapor ejemplo la noche anterior, es mejor dejar a parte también el tomate porque de otro modo soltaría demasiada agua y estropearía igualmente nuestro plato. Bueno pues si os animáis a prepararla espero que la disfrutéis tanto como yo.