Ensalada de bulgur a la italiana

Uf, con estos calores sólo apetecen cosas bien fresquitas así que inspirándome en el famoso Tabbouleh libanés (una refrescante ensalada a base de perejil, bulgur y tomate) preparé mi propia ensalada con bulgur y la verdad es que estaba muy rica. A lo mejor algunos os estáis preguntando qué es ese ingrediente del que seguro ya habéis oído hablar. Pues bien, el bulgur es uno de los imprescindible en la cocina de Oriente Medio. Con él se pueden elaborar deliciosos guisos, ensaladas, incluso postres. La palabra "bulgur" es sinónimo de "trigo partido", pues se elabora a partir de dicho cereal. El bulgur es en realidad trigo precocido sometido después a un procedimiento de secado antes de ser finalmente troceado. Según sea el color del grano (rubio o rojo) así como el tamaño de los trocitos resultantes (más o menos grandes), el tipo de bulgur varía. Los más grandes se emplean en preparaciones en las que se puede sustituir fácilmente por arroz y los de grano más fino se prefieren para la elaboración de ensaladas o en repostería. Si lo buscáis en las estanterías de las grandes superficies seguramente no lo encontraréis. Es más fácil dar con él en los herbolarios y tiendas de productos ecológicos. Pero si os apetece disfrutar de esta ensalada y no tenéis bulgur a mano la podéis hacer igualmente sustituyéndolo por cous-cous o por arroz.


INGREDIENTES

75 grs. de bulgur, 400 grs. de tomates frescos, 1 bote de garbanzos ya cocidos, 50 grs. de perejil fresco, 50 de rúcola, 75 grs. de aceitunas negras deshuesadas, 1/2 taza de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada de piñones, 1 cucharada de parmesano o grana padano, 12 hojas de albahaca frescas y 10 gotas de limón

Yo las aceitunas negras cuando las necesito deshuesadas las compro en Lidl. Me gusta cómo saben los botecitos que venden allí y además así nos ahorramos bastante trabajo. Pero si tenemos aceitunas con hueso tendremos que deshuesarlas una a una. Hay un aparatito que nos hace la vida más fácil y que sirve también para deshuesar cerezas pero sino podemos simplemente con el cuchillo ir quitando y picando la carne de las aceitunas.


Para empezar con nuestra ensalada tenemos que preparar el bulgur siguiendo las instrucciones del fabricante. El que yo utilicé tuve que cocerlo durante 15 minutos añadiendo el triple de agua que de bulgur. En estos casos suelo medir las cantidades en cazos así poniendo dos cazos de bulgur sé que tengo que añadir seis cazos de agua y me resulta más sencillo. Otros fabricantes indican simplemente que hay que tenerlo a remojo así que lo mejor es que sigáis las instrucciones que se indican en el embase. Si lo cocéis, como hice yo, aseguraros de refrescarlo bajo el grifo de agua fría una vez terminado para detener la cocción. Mientras se hace vamos picando los demás ingredientes. Los tomates los partimos en cuartos para sacarles las pepitas y retirar tanto jugo como nos sea posible. Yo no los pelé y quedaron muy ricos pero si preferís podéis hacerlo. Seguidamente partimos el tomate en pequeños dados y reservamos. A continuación cortamos las aceitunas en rodajas y reservamos igualmente. Picamos el perejil y la rúcola tan fino como nos sea posible y mezclamos todos los ingredientes en un cuenco junto con el bulgur. Ahora vamos a hacer nuestro aceite con sabor a pesto. Sólo tenemos que poner en el robot de cocina todos los ingredientes (aceite, piñones, parmesano, albahaca y gotas de limón) y triturar hasta que nos quede una salsa fina. Con esta salsita vamos a aderezar nuestra ensalada. 

Si la ensalada la preparamos con antelación (p.ej. a primera hora de la mañana) es mejor añadir las hojas verdes en el último momento para que no se queden demasiado mustias. Y si fuéramos a preparar la ensaladapor ejemplo la noche anterior, es mejor dejar a parte también el tomate porque de otro modo soltaría demasiada agua y estropearía igualmente nuestro plato.  Bueno pues si os animáis a prepararla espero que la disfrutéis tanto como yo.

 

Alubia verde sencilla

Bueno, por fin os traigo el resultado del sorteo así que sin más preámbulos, los ganadores son: en la modalidad robot de cocina el número 70 (Cuinera del blog Cocinando en un rincón del mundo) y en la modalidad regalo sorpresa el número 50 (Señorita mandarina del blog que lleva ese mismo nombre). Enhorabuena a las dos, me pondré en contacto con vosotras para enviaros el regalo. Espero que lo disfrutéis mucho.

Y antes de ponerme con la receta de hoy quería deciros que para los que no os vaís de vacaciones en estos meses estivales, os tengo preparadas algunas sorpresas. La primera será el día 15 de julio. Anotad esa fecha en vuestras agendas. No quiero adelantaros demasiado sólo os diré que será un juego en el que todos podáis participar, una aventura en la que disfrutarán todos vuestros sentidos, un viaje muy especial sin moveros de casa. Conforme se vaya acercando la fecha os iré contando más cosas y os diré qué tenéis que hacer en los días previos si queráis participar. Será una experiencia mágica, os lo aseguro.



Hoy quería compartir con vosotros una receta sencilla pero no por ello menos deliciosa, aprovechando que ahora es el momento perfecto para añadir a nuestra cesta de la compra un poco de alubia verde que está ahora en todo su esplendor. La mejor manera de saborear intensamente una buena materia prima es utilizando una receta sencilla que realce su sabor, por eso hoy la protagonista absoluta es la verdura. A veces nos complicamos tanto la existencia que acabamos preparando platos con cien mil ingredientes que están muy ricos, sí, pero que camuflan completamente los sabores de lo que queremos cocinar. Al final se nos van a olvidar a qué saben las cosas. Por eso hoy toca comer una alubia verde que sabe a eso, a judías. Si no las habéis probado nunca así tenéis que hacerlo al menos una vez porque es otro mundo, están deliciosas. A mi particularmente me parece que cortadas en tiras saben mucho mejor así que lo primero será coger nuestra alubia verde y limpiarla. Hay unos aparatitos que les quitan las hebras de los bordes y directamente cortan las judías en juliana. Pero si no los tenéis se  puede hacer igual. Yo utilizo un pelador para quitarles las hebras de los costados. Luego con el cuchillo les corto las puntas y seguidamente a lo largo las corto en dos. Podéis hacer los trozos tan largos como queráis. Cuando las tengáis todas limpias sólo tenéis que poner en una cazuela algo de aceite. Debéis ser generosos. Si vais a preparar un kilo de alubia verde debéis poner unas 5 ó 6 cucharadas. Peláis 4 dientes de ajo grandecitos y los picáis tan finos como os sea posible. Si lo hacéis con un triturador de ajos mucho mejor. Ponéis a calentar la sartén con el aceite y cuando empiece a coger temperatura añadís los ajos. Removéis y cuando empiecen a chisporrotear y se note el olor a ajo rápidamente añadimos la alubia verde. No tenemos que dejar que los ajos cojan color. Ahoar removemos la verdura para que se impregne del aceite por todas partes, salamos y dejamos a fuego medio durante un par de minutos para que se rehogue bien. Seguidamente añadimos medio vaso de agua y dejamos cocer a durante 15-20 minutos. El tiempo dependerá de cómo os guste la verdura, de si la queréis más o menos al dente. Lo importante es que se vaya evaporando el agua que le hemos añadido y que cuando termine el tiempo de cocción quede sólo el aceite. Si por el contrario vemos que la alubia verde está todavía dura y ya se ha evarporado todo el líquido le añadimos un poquito más. Cuando estén en el punto que os gusta, retiradlas y dejarlas reposar unos cinco minutos antes de servir. Si no las habéis probado nunca así os van a sorprender. Que disfrutéis del fin de semana.


 


Ragú rápido

Antes de ponerme con la receta de hoy os quería comentar que al final de este post encontraréis las listas de participantes para las dos modalidades del sorteo, junto con el número que le ha correspondido a cada uno. El viernes haré públicos los nombres de los dos ganadores. Os deseo mucha suerte a todos.

Y aprovechando que hoy el tiempo parece que nos da un respiro quería compartir con vosotros esta receta realmente deliciosa, perfecta para un día nublado. Lo mejor es que se hace en un momento y la podemos servir así tal cual o acompañando a un puré de patatas, un poco de arroz o de pasta, como plato único. Para los que no lo sepáis un ragú es un guiso, un estofado, normalmente de carne pero puede hacerse también de ave, pescado o verduras. La ventaja de este plato es que se puede dejar hecho la noche anterior y así al día siguiente en los 8 minutos que tarda en cocerse la pasta,  tenemos lista nuestra comida. No os quejaréis A mi me sorprendió la mezcla de ingredientes, por eso precisamente me animé a probarla. ¿Queréis saber qué lleva?

500 grs. de carne picada (Nigella utiliza sólo carne de cordero pero yo puse 600 grs. de una mezcla de ternera y cerdo al 50%), 125 grs. de panceta a dados (yo no le puse), 75 grs. de cebolla (caramelizada si la compráis de bote ya preparada), 80 ml de vino de Marsala,  1 lata de 400 grs. de tomate triturado, 75 grs. de lentejas (yo utilicé de bote), 125 ml. de agua, 50 grs. de queso rallado (ella utiliza cheddar pero yo puse parmesano)

Si no tenemos cebolla de bote caramelizada y vamos a utilizar cebolla fresca lo primero que haremos será picarla finita y ponerla a dorar en una sartén con un dedo de aceite a fuego medio-alto, removiendo continuamente hasta que veamos que empieza a ponerse de color caramelo. En ese momento la sacamos y retiramos el exceso de aceite (si lo hubiera) porque queremos sólo el equivalente a 2 ó 3 cucharadas. En ese aceite vamos a freír la panceta en daditos hasta que empiece a dorarse. Cuando esté lista añadimos la carne picada y con ayuda de un tenedor o una cuchara la vamos "rompiendo" para soltar los "grumos" de carne y que no nos quede un bloque compacto. Cuando se haya dorado por todas partes incorporamos la cebolla carmelizada, el vino que hayamos elegido para aromatizar el guiso, los tomates, las lentejas y el agua y llevamos a ebullición. Dejamos cocer durante 20 minutos removiendo de vez en cuando y ya lo tenemos listo para servir. Una vez fuera del fuego si queremos lo mezclamos con la pasta o con un arroz blanco, espolvoreamos con queso y ya podemos disfrutar de un pequeño instante de placer. Ummm.....

Por cierto aunque en la receta Nigella utiliza vino de Marsala como es un vino que no se encuentra fácilmente en nuestras casas, si queréis podéis sustituirlo por un Oporto o incluso por un Pedro Ximénez. Pero si simplemente le añadís vino tino también resultará delicioso. Por otra parte yo nunca utilizo lentejas de bote pero en esta ocasión para mayor comodidad las incluí y la verdad es que me gustó el resultado así que para esta preparación son perfectas. Y nada más, solo animaros a probarlo un día que las temperaturas os den una tregua y ya me contaréis.



Paté de sardinas

Hace algunos meses publiqué el paté de atún de Tessa Kirós, típico de Portugal y hoy os traigo la receta hermana, el paté de sardinas. Como os decía entonces, este paté tampoco puede faltar en las mesas de nuestros vecinos y se sirve en pequeños recipientes cerámicos. Al ser un plato tan popular podéis imaginaros que hay tantas variantes como personas que lo elaboran. Algunas recetas utilizan cilantro fresco, aceitunas, alcaparras, mahonesa o zumo de limón. Si os animáis seguro que vosotros también podéis encontrar la vuestra propia.


INGREDIENTES

100 grs. de mantequilla en pomada, 3 cucharadas de concentrado de tomate, 240 grs. de sardinas en aceite de oliva virgen (4 latas rectangulares), 2-3 cucharadas de whisky, un puñado de perejil picado (opcional), 1 cucharadita rasa de pimentón dulce, 1 pizca de cayena (al gusto)

Yo he variado un poco las cantidades de la receta original. Por ejemplo: Tessa utiliza sólo 120 grs. de sardinas. Si queréis hacerla podéis empezar añadiendo 120, probáis a ver qué os parece y en ese momento decidís si queréis seguir poniendo más o no.


La elaboración no puede ser más sencilla. Se trata simplemente de poner todos los ingredientes en un bol y batirlos hasta que no queden grumos y la mezcla sea homogénea. Podéis servirlo acompañado de unas tostadas de pan de maíz doradas en el mismo momento del aperitivo o simplemente sobre unos biscotes. Está igual de rico.

Lo más importante, como os comentaba también para el paté de atún, es dejarlo reposar en la nevera un día completo, antes de hincarle el diente. De este modo se amalgaman y se asientan los sabores consiguiendo un resultado espectacular. De verdad, vale la pena esperar porque se nota mucho la diferencia.  

Tomates asados a la luz de la luna

Bueno, antes de nada, quería daros las gracias a todos los que habéis participado en el sorteo. A algunos ya lo he hecho personalmente y a los que faltan espero poder hacerlo este fin de semana. Gracias por los comentarios tan cariñosos que me habéis hecho llegar. La verdad es que esa es la mejor recompensa, saber que lo que hago os interesa y que disfrutáis tanto como yo cuando preparáis alguna de mis recetas. A lo largo de la próxima semana publicaré las dos listas con los participantes al sorteo.

Estos días se acaba de publicar por vez primera en español un libro de recetas de la archiconocidísima Nigella Lawson. Seguro que muchos habéis oído hablar de ella en más de una ocasión. En el mundo anglosajón es una de las cocineras más mediáticas. Tal vez su éxito se deba a la explosiva combinación de talento, carisma y de sencillas recetas puestas en escena con un toque de glamour y erotismo que la han hecho aparecer incluso encabezando las listas de las mujeres más bellas lo que sin duda alguna es una muy buena noticia porque significa que las curvas también pueden resultar atractivas, tanto como sus programas de televisión o sus libros que son todo un éxito. El que acaba de publicarse en español, La cocina de Nigella Lawson, lleva vendidos más de tres millones de ejemplares. Como reza en la portada, podéis encontrar en él una recopilación de recetas sobre comida rápida y saludable. La verdad es que a mi me ha encantado porque está lleno de ideas interesantes para disfrutar de la cocina sin complicaciones. Ya tengo el libro lleno de papelitos así que promete.


Para empezar hoy os traigo una alternativa a los tomates secos que me llamó muchísimo la atención. Elegí esta receta para empezar porque me encantan estos tomatitos, de hecho son uno de mis ingredientes favoritos. Los suelo comprar al peso en el mercado y a veces me los como así tal cual a palo seco, como si fueran gominolas. ¡Qué ricos! Eso sí, no los compréis en Mercadona porque para mi gusto tienen un sabor algo desagradable. Aún tengo la boslita que compré allí la última vez. Aunque ahora resulta fácil encontrarlos no sólo en tiendas delicatesen, ésta es una alternativa deliciosa, sencilla y yo creo que incluso más barata, para disfrutar de unos tomates secos caseros, con un sabor casi igual de intenso pero mucho más jugosos. Así que ya sabéis en cualquier receta que incluya tomates secos macerados en aceite de oliva, podéis sustituirlos por esta versión casera. Nigella aconseja utilizar en ese caso la mitad, porque los de tienda pesan más.


Bueno, pues vamos con la receta que es muy sencilla. Sólo tenéis que cortar los tomates que vayáis a preparar por la mitad. Yo he utilizado tomatitos cherry como proponía Nigella pero podéis emplear otros tomates pequeños o incluso más grandes (aumentando el tiempo de horno).  Es tan fácil como cortar los tomates por la mitad y colocarlos hacia arriba en una fuente para el horno. Los salamos, espolvoreamos un poco de azúcar, añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen (intentado que se impregnen todos) y si queréis los podéis aromatizar con alguna hierba seca como orégano o romero. Ella utilizó tomillo pero a mi personalmente para esta preparación no me gusta demasiado. Los metemos en el horno que ya tendremos precalentado a 220ºC y nada más introducirlos lo apagamos dejando los tomates en su inerior durante toda la noche. Es importante no abrir la puerta del horno hasta la mañana siguiente para que el calor poco a poco vaya haciendo su trabajo. Si no los váis a utilizar ya mismo, a la mañana siguiente los sacáis del horno y los guardáis en un bote de cristal con aceite en la nevera. Ya los tenéis listos para disfrutar en cualquier momento. Están riquísimos solos, con pan, con queso o en ensalada como los preparé yo. Tan fácil como mezclar vuestras lechugas preferidas con algo de queso y los tomates. Yo utilicé rúcola porque me encanta y puse queso de cabra porque también es otra de mis devilidades. Sólo tenéis que aderezar con una simple vinagreta 3x1 (3 partes de aceite por una de vinagre) y el resultado es una ensalada sencilla y deliciosa. Os animo a probarla, ¿tal vez este fin de semana? Que lo disfrutéis.

Aviso importante para el sorteo

Esta semana en Logroño estamos de fiesta celebrando el día de La Rioja y la festividad de San Bernabé así que me tomo unos días de descanso. Nos vemos la semana que viene. Pero antes de despedirme quería haceros algunas aclaraciones sobre el SORTEO del ROBOT de COCINA en el que os recuerdo a los que nos os hayáis apuntado que todavía estáis a tiempo ya que el plazo termina el 15 de junio a las doce de la noche que va del día 15 al 16. Si queréis participar tenéis que hacerlo aquí.


Una vez finalizado el plazo de inscripción procederé a elaborar la lista de participantes en cada uno de los sorteos. El listado incluirá el nombre, página web (si la hubiere) así como el número que le ha correspondido a cada uno en la modalidad a la que opta. Excluiré de la lista provisionalmente a aquellos que no teniendo página web no me hayan facilitado una dirección de correo electrónico de contacto, con la única excepción de aquellas personas que pertenecen a mi círculo familiar o de amistades, en cuyo caso obviamente no necesito su correo para localizarlas. Así mismo estarán excluídos los que no hubieran indicado la modalidad del sorteo a la que optan o los que se hayan apuntado en las dos ya que os recuerdo que hay que elegir entre el robot de cocina o el regalo sorpresa.

Una vez publicada la lista de incluídos en cada uno de los dos sorteos, deberéis comprobar que vuestro nombre aparece en la misma. Quienes no forméis parte de esa lista deberéis buscaros en la de excluídos donde añadiré, junto a los datos identificativos de cada participante, una breve leyenda indicando el motivo de dicha exclusión (falta correo electrónico, etc). Una vez publicada la entrada con las listas correspondientes a los dos sorteos, aquellos que hubieran resultado excluídos dispondrán de un plazo de 48 horas para subsanar los motivos que originaron dicha exclusión. ¿Cómo se contabilizan esas 48 horas? Si la entrada se publicara, por ejemplo, el día 18 de junio a las 13:45 el plazo de subsanación finalizaría el día 20 del mismo mes a las 13:46 horas.  Si hubiera alguien que por error no apareciera en ninguna de las dos listas (incluídos y  excluídos) dispondrá igualmente de esas 48 horas para ponerse en contacto conmigo a fin de que pueda proceder a su inclusión en la lista correspondiente una vez corroboradas las circunstancias que dieron origen a dicha omisión. Transcurridas esas 48 horas publicaré en el blog, a la mayor brevedad posible, las listas definitivas de participantes en ambos sorteos junto con la numeración correspondiente. 


 En aras a garantizar la imparcialidad y transparencia de los sorteos, después del asesoramiento de algunas compañeras a las que les agradezco enormemente su apoyo, finalmente he decidido que los sorteos se llevarán a cabo a través de Random.org.

Una vez elegidos los ganadores del sorteo en cada modalidad se procederá a comprobar que cumplen TODOS los requisitos exigidos en la convocatoria y aquí por respeto a los compañeros que participan voy a ser muy escrupulosa. Seguro que a todos nos molesta cuando vemos ciertas arbitrariedades en los poderes públicos. Precisamente para evitar eso en Democracia se establecen unas reglas del juego que todos debemos respetar y garantizar para asegurar que no hay ningún tipo de favoritismo y que todos tenemos las mismas oportunidades, derechos y obligaciones. En este caso para que el sorteo sea lo más justo e imparcial posible tan importante es establecer unas reglas claras y precisas, como que todos tengáis las mismas oportunidades y obligaciones. Lo que quiero decir es que si hay compañeros que en su blog han puesto el logotipo del concurso y  el correspondiente comentario en una de sus entradas, no es justo que vayan a optar al premio en igualdad de condiciones con respecto de alguien que no ha hecho una de las dos cosas, tal y como se os pedía. Lo mismo pasa, por ejemplo, con los compañeros que se han tomado la molestia de decirme qué recetas les han gustado más con respecto de aquellos que no lo han hecho. Por eso, para evitar posibles malentendidos, quiero aclarar expresamente que si una vez realizado el sorteo se comprueba que cualquiera de los ganadores no reúne TODOS los requisitos exigidos en la convocatoria, se procederá a sortear nuevamente el premio tantas veces como sea necesario hasta que el ganador sea alguien que reúne todos los requisitos exigidos en las bases del concurso. Por favor, aseguraros que no os habéis olvidado de nada. Podéis leer otra vez los requisitos aquí.


Así mismo os recuerdo que si una vez notificado el premio en la dirección de correo electrónico facilitada por el ganador transcurriera un plazo de quince días sin que éste se pusiera en contacto conmigo para comunicarme la dirección de entrega, se entenderá decaído en su derecho a recibir el premio correspondiente quedándose éste desierto. Si el concursante no me hubiera facilitado una dirección de correo electrónico pero tuviera página web intentaré ponerme en contacto con él a través de la misma. A estos efectos, la publicación en su blog de un comentario indicando que ha resultado ganador del concurso, tendrá los mismos efectos que el correo anterior por lo que si transcurriera un plazo de quince días sin que éste se pusiera en contacto conmigo para comunicarme la dirección de entrega, se entenderá decaído en su derecho a recibir el premio correspondiente quedándose éste desierto.

Otra cuestión que me gustaría también aclarar es que no sé muy bien por qué pero a veces Blogger en su perfil de usario no nos permite ver el blog asociado a ese perfil determinado. Si al intentar ponerme en contacto con el ganador se produjera dicha circunstancia (realizaría un pantallazo de la misma para que quedara constancia) ante la imposibiblidad de ponerme en contacto con esa persona y dado que a todos se os ha dado la oportunidad de facilitarme una dirección de correo electrónico, se entendería igualmente decaído en su derecho a recibir el premio correspondiente quedándose éste desierto.

Confío en que con estas aclaraciones, todas las posibles dudas que puedan plantearse estén resueltas. Disfrutad mucho de estos días y nos vemos la semana que viene.

Garbanzos con pimientos, calabaza y pimentón

El otro día estuve buscando en mi carpeta de pendientes una receta de garbanzos con un toque oriental que tenía una pinta deliciosa pero no hubo manera de encontrarla, la página en la que la había visto había desaparecido. ¡Qué rabia! La vi en un blog precioso al que por supuesto ahora he perdido la pista. Seguro que os ha pasado más de una vez. Es fácil traspapelar un blog o una receta entre las miles que guardamos.


Pero como me apetecían unos garbanzos me acordé de una receta que vi en el blog de Marta y que se asemejaba un poco a la que yo quería preparar. La verdad es que fue una suerte porque el resultado es este delicioso plato que está igual de rico frío o caliente. Cuando los probé a Marta me la hubiera comido a besos, por Dios qué cosa tan rica, un millón de gracias. Seguro que en casa los repetiremos a menudo porque nos ha encatado, de verdad tenéis que probarlos. Si queréis ver su versión pasaros por el blog Marta's Kitchen and Co, es una verdadera delicia. 


INGREDIENTES

2 botes de garbanzos ya cocidos, pimientos del piquillo de bote (a ojo), 225 grs. de calabaza rallada, 1 cebolla morada, 2 cucharaditas de pimentón dulce, sal, pimienta, aceite de oliva y 2 huevos cocidos (esto es un añadido mío).


Veréis que es muy sencillo de preparar. En primer lugar con ayuda de un rallador o de un robot de cocina rallamos la calabaza que habremos pelado previamente. Si no tenemos ni lo uno ni lo otro, pelamos y picamos la calabaza tan finita como nos sea posible con un cuchillo. Hacemos lo mismo con la cebolla. En una cazuela ponemos un par de cucharadas de aceite y añadimos ésta última para que se vaya pochando. Dejamos a fuego medio durante unos diez minutos. Transcurrido ese tiempo añadimos la calabaza y dejamos que se rehogue todo junto otros diez minutos más. Mientras tanto vamos partiendo en tiras los pimientos. Podéis poner la cantidad que os parezca según vuestros propios gustos pero yo os aconsejo que seáis generosos porque dan un sabor exquisito. A continuación añadimos los garbanzos, salpimentamos y dejamos cocinar el conjunto cinco minutos más.  Trancurrido ese tiempo retiramos del fuego, añadimos el pimentón y los huevos cocidos y mezclamos bien. Dejamos reposar 5-10 minutos antes de servir. Si queremos podemos añadirle un chorrito de aceite de oliva justo antes de servir.  Y prepararos para disfrutar de un plato sencillo pero absolutamente delicioso. Espero que os guste.


 Por si hay algún despistado os recuerdo que está en marcha el sorteo de un robot de cocina junto con más premios. Si todavía no os habéis apuntado, simplemente pinchad aquí.